Rubén Darío, Cantos de vida y de esperanza, 1905
XIV
EL SONETO DE TRECE VERSOS
¡ De una juvenil inocencia
qué conservar sino el sutil
perfume, esencia de su Abril,
la más maravillosa esencia !
Por lamentar a mi conciencia
Por lamentar a mi conciencia
quedó de un sonoro marfil
un cuento que fue de las Mil
y Una Noches de mi existencia…
Scherezada se entredurmió…
Scherezada se entredurmió…
El Visir quedó meditando…
Dinarzada el día olvidó…
Mas el pájaro azul volvió…
Pero…
No obstante…
Siempre…
Cuando…
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